Ayer leí Món Actual. Había un artículo acerca de lo que los medios han llamado “la crisis de las caricaturas”. Marc (el autor) habla del lenguaje silencioso de Eduard T. Hall. Una comparación genial. Hall dice que lo que en una cultura significa una cosa, en otra puede tener otro significado completamente distinto.
Pero “la crisis” se debe leer aún más en profundidad. Es cierto que la reacción puede ser exagerada. Pero debemos pensar que los que queman embajadas y banderas son sólo unos radicales. No son todos los árabes. Aún así, esa reacción no es justificable.
Pero desde Europa debemos hacer una reflexión. La pregunta que muchos periódicos y revistas se deberían hacer es: ¿fue sensato publicar las caricaturas de Mahoma cuando ya se habían divulgado en Dinamarca, muy criticadas en los países árabes? Es decir, cuando France Soir publicó unas caricaturas de Mahoma ya habían sido divulgadas en Dinamarca. Fueron criticadas en los países árabes.
Los defensores a ultranza de la libertad de expresión deben tener en cuenta una cosa. La libertad se describe en negación: “soy libre hasta que no intervenga la justicia, hasta que no intervenga la policía...”. Por lo tanto, la libertad acaba cuando empieza la libertad del otro. No hace mucho (poco antes de Navidad, creo), despidieron un periodista del periódico gratuito Metro por una duras criticas que hizo a Losantos. Nadie se extraño de tal despido porque se había metido con otro. Libertad de expresión “cortada” por meterse con un tercero.
Todos debemos reflexionar cómo analizamos los hechos que suceden en el mundo. No sólo “la crisis de las caricaturas” sino también el conflicto judío-palestino y tantos otros. Obviamente, es imposible deshacernos de esa subjetividad propia, siempre pondremos el ego por delante del alter. Pero es posible analizar los hechos sin ese eurocentrismo típico actualmente. Debemos mirar, observar y pensar que ese alter son personas, con costumbres y una cultura distinta a la europea, pero no por ello, peor. Un símil bueno es una relación de pareja. Para que funcione debes pensar y entender a la otra persona porque haciéndolo todo desde la postura del ego (sin tener en cuenta el alter), la relación fracasará.
El alter da más importancia a la religión de la que nosotros damos, opinan algunos. Esta afirmación es, en parte, cierta. Pero en España, hubo manifestaciones en contra de los matrimonis gays porque atentaban en contra del “matrimonio” y la "familia". A la definición católica del matrimonio y de la familia.
Pero “la crisis” se debe leer aún más en profundidad. Es cierto que la reacción puede ser exagerada. Pero debemos pensar que los que queman embajadas y banderas son sólo unos radicales. No son todos los árabes. Aún así, esa reacción no es justificable.
Pero desde Europa debemos hacer una reflexión. La pregunta que muchos periódicos y revistas se deberían hacer es: ¿fue sensato publicar las caricaturas de Mahoma cuando ya se habían divulgado en Dinamarca, muy criticadas en los países árabes? Es decir, cuando France Soir publicó unas caricaturas de Mahoma ya habían sido divulgadas en Dinamarca. Fueron criticadas en los países árabes.
Los defensores a ultranza de la libertad de expresión deben tener en cuenta una cosa. La libertad se describe en negación: “soy libre hasta que no intervenga la justicia, hasta que no intervenga la policía...”. Por lo tanto, la libertad acaba cuando empieza la libertad del otro. No hace mucho (poco antes de Navidad, creo), despidieron un periodista del periódico gratuito Metro por una duras criticas que hizo a Losantos. Nadie se extraño de tal despido porque se había metido con otro. Libertad de expresión “cortada” por meterse con un tercero.
Todos debemos reflexionar cómo analizamos los hechos que suceden en el mundo. No sólo “la crisis de las caricaturas” sino también el conflicto judío-palestino y tantos otros. Obviamente, es imposible deshacernos de esa subjetividad propia, siempre pondremos el ego por delante del alter. Pero es posible analizar los hechos sin ese eurocentrismo típico actualmente. Debemos mirar, observar y pensar que ese alter son personas, con costumbres y una cultura distinta a la europea, pero no por ello, peor. Un símil bueno es una relación de pareja. Para que funcione debes pensar y entender a la otra persona porque haciéndolo todo desde la postura del ego (sin tener en cuenta el alter), la relación fracasará.
El alter da más importancia a la religión de la que nosotros damos, opinan algunos. Esta afirmación es, en parte, cierta. Pero en España, hubo manifestaciones en contra de los matrimonis gays porque atentaban en contra del “matrimonio” y la "familia". A la definición católica del matrimonio y de la familia.
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