dissabte, d’abril 08, 2006

Hambre y dinero

La Unión Europea y Estados Unidos han anunciado que suspenderán las ayudas económicas a la Autoridad Nacional Palestina (A.N.P.). Ursula Plassnik, ministra de Exteriores de Austria, justifica su postura: “El nuevo Gobierno tiene que reconocer a Israel, renunciar a la violencia y respetar los acuerdos anteriores”. Flaquea esta afirmación. ¿Por qué? Porque Mahmoud Zahar, jefe de la diplomacia palestina reconoció, hace unos días, la existencia del Estado de Israel en una carta a Kofi Annan. En la carta de Zahar no menciona implícitamente a Israel pero habla de los “dos Estados”.
Una injusticia. Sí, eso es lo que han hecho la UE. y los EE.UU. El gobierno de Hamás da pequeños pasos, pero los da. El 3 de marzo, dijo que mantendría el alto el fuego si Israel se retiraba de los territorios ocupados. Pocos días después, el 14 de marzo, el ejército de Israel destruía la prisión de Jericó. Ahora, Mahmoud Zahar habla de “dos Estados”. Y mientras todos exigen y algunos dan pasos, qué ocurre en Palestina?
La población palestina muere de hambre. Los alimentos escasean porque Israel cierra los pasos que conectan con los territorios ocupados, pasos por donde deberían pasar camiones con alimentos. Esto sucedió el pasado día 18 de marzo cuando Israel cerró el paso de Karni por una alerta de seguridad. Este paso sólo estuvo abierto 30 minutos y sólo pudieron pasar 19 camiones, número insuficiente para suministrar todos los alimentos necesarios. Además, sólo el 40% de la población tiene acceso a agua potable que, asimismo, es de muy mala calidad. La ONU ya ha alertado que empiezan a escasear los alimentos básicos como la harina, el azúcar o el aceite y que los precios de algunos productos se disparan. Además, el gobierno palestino se ha encontrado con las arcas vacías, por lo que no disponen de muchos fondos para intentar solucionar esta situación.
En este contexto se enmarcan las decisiones europeas y norteamericanas. Parecen no recordar que, mientras un pueblo muera de hambre, la paz no es posible. Y para solucionar la situación de los palestinos y palestinas se necesita la colaboración de todos: el gobierno palestino, UE, EE.UU. y, especialmente, Israel.